Conoce nuestras bases e historia
SOBRE NOSOTROS
La Iglesia IDDPMI Columbia es un testimonio vivo de cómo la fe puede manifestarse en amor y servicio. Esta congregación se ha convertido en un faro de esperanza y ayuda tanto para su comunidad local como para países latinoamericanos en necesidad, a través de sus generosas ofrendas de amor.
En el corazón de la Iglesia IDDPMI Columbia late un profundo compromiso con el bienestar de su comunidad local. Han establecido un refugio de apoyo y compasión, brindando asistencia material y emocional a quienes enfrentan dificultades. Desde la distribución de alimentos y ropa hasta el apoyo espiritual, la iglesia se ha dedicado a ser un faro de esperanza en tiempos de oscuridad.
Pero su alcance no se detiene en las fronteras locales. A través de sus ofrendas de amor, la Iglesia IDDPMI Columbia ha extendido su mano solidaria a diferentes países latinoamericanos. En momentos de adversidad, han llevado alivio y esperanza a comunidades que enfrentan desafíos, demostrando su compromiso genuino de marcar una diferencia en lugares distantes.
El liderazgo de la Iglesia IDDPMI Columbia ha sido fundamental en la creación de una cultura de servicio y solidaridad. Han inspirado a su congregación a abrazar el mandato de amar al prójimo y compartir el amor de Cristo a través de acciones tangibles.
En resumen, la Iglesia IDDPMI Columbia es un testimonio poderoso de cómo el amor y la solidaridad pueden transformar vidas y comunidades. Su dedicación a la ayuda local y su impacto en países latinoamericanos a través de ofrendas de amor reflejan su compromiso inquebrantable de llevar esperanza y fe a aquellos que lo necesitan. El legado de la Iglesia IDDPMI Columbia seguirá siendo un faro de luz en medio de la oscuridad, recordándonos que el amor puede superar barreras y unir a personas en un propósito común de servir y amar al prójimo.
¿En qué creemos?
La biblia
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios. Toda la Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son la Palabra inspirada de Dios (2 Timoteo 3:16-17). Contienen la revelación completa de Dios para la salvación del ser humano. Reconocemos a la Biblia como autoridad final para el ejercicio de la fe y la conducta cristiana.
Un solo Dios
Creemos en un solo Dios (Deuteronomio 6:4), creador de todas las cosas. Quien es Uno y Trino (Tito 3:4-6). El cual existe eternamente en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo Jesucristo, y Dios Espíritu Santo. Creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios, Mesías prometido al mundo que fue concebido por el poder del Espíritu Santo en el vientre virgen de María (Gálatas 4:4; Mateo 1:18-25).
La cruz
Creemos que murió en una cruz, en sacrificio perfecto por nuestros pecados de acuerdo con las Escrituras (1 Pedro 3:18; Filipenses 2:5-11). Que resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo donde fue entronizado a la diestra del Padre en majestad, ejerciendo dominio y autoridad sobre toda la existencia (Efesios 1:17-22).
Espiritu santo
Creemos que el Espíritu Santo es Dios. Su ministerio es el glorificar al Señor Jesucristo y hacer consciente de pecado y regenerar al pecador, llevándole a creer en Cristo. Bautizando al creyente dentro del cuerpo único que es la Iglesia (Efesios 4:4-5), de quien Cristo es la cabeza (Efesios 1:22-23) El Espíritu Santo mora, guía, instruye, llena y da poder al creyente para que lleve una vida consagrada y piadosa ( Juan 14; 16).
Somos imagen de Dios
Creemos que el ser humano, varón y mujer, fueron creados por Dios a su propia imagen, ambos sexos poseen la misma dignidad intrínseca que los constituye como imago Dei (Génesis 1:27) Creemos en la dignidad de la vida de todos los seres humanos desde la concepción (Salmo 139:13-16) y hasta su muerte natural (Éxodo 21:22-24).
La familia
Creemos en la familia de acuerdo con el diseño de Dios. Constituida por un hombre y una mujer unidos en matrimonio heterosexual, monógamo (Genesis 2:24). Creemos que la familia es el pacto de ética social por excelencia y núcleo fundamental sobre el cual se debe articular la sociedad.
Principio pecador
Creemos que el ser humano cayó en pecado, transmitiéndolo a su descendencia (Génesis 3). Toda la raza humana, por ello, está perdida (Romanos 3:23), y sólo mediante el arrepentimiento, la fe en Jesucristo, y la regeneración del Espíritu Santo, puede obtenerse la salvación y la vida eterna (Romanos 3:23-26; 2 Timoteo 1:9-10). “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Romanos 3.23
Resurección de Jesús
Creemos que la muerte expiatoria de Jesucristo y Su resurrección, sientan las únicas bases para la justificación y la salvación de todos los que creen, y que sólo aquellos que reciben a Jesucristo por fe, son nacidos del Espíritu Santo y sellados por Él hasta el día de la redención ( Juan 1:12-13; Efesios 4:30; 1 Pedro 1:20-13). “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” 2 Timoteo 2.5-6
El perdón
Creemos que con el fin de recibir el perdón y el ‘nuevo nacimiento’ debemos arrepentirnos de nuestros pecados, creer en el Señor Jesucristo, y vivir nuestras vidas según su palabra. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Hechos 2.38
Bautismo en aguas
Creemos que el bautismo en agua y la Cena del Señor, son ordenanzas a ser observadas por la Iglesia permanentemente, como un símbolo de gratitud y adoración, no como un medio de salvación (Mateo 28:18-20; Mateo 26:17-30; Hechos 2:41-42).
Propósito
Creemos que Dios nos ha equipado de forma individual para que podamos alcanzar con éxito su propósito en nuestras vidas, que es adorar a Dios, cumplir nuestro rol en la Iglesia y servir a la comunidad en la que vivimos. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos
en ellas.” Efesios 2.10
El perdón
Creemos que con el fin de recibir el perdón y el ‘nuevo nacimiento’ debemos arrepentirnos de nuestros pecados, creer en el Señor Jesucristo, y vivir nuestras vidas según su palabra. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Hechos 2.38
Rol del enemigo
Creemos que el rol del diablo en esta era es oponerse a los ungidos (todos los creyentes en Cristo) (2 Corintios 2:11; 1 Juan 3:7-10).
Vencedores
Creemos que la iglesia tiene garantizada la victoria final sobre el diablo y sus ángeles (Colosenses 2:13-15) y que esa victoria se experimenta de manera dinámica en el presente a través de la oración, el testimonio y la Palabra (Apocalipsis 12:10).
Dones espirituales
Creemos en la vigencia de todos los dones espirituales (Romanos 12:6-9;1Corintios 12:4-11) y de todas las funciones delegadas por Cristo a laiglesia (Efesios 4:11) como herramientas eficaces para llevar adelante la misión de la iglesia en el mundo.
Resurección de los creyentes
Creemos en la resurrección física de todos los muertos (Hebreos 9:27), del creyente en Jesucristo a la bendición eterna y gozo con el Señor (1 Corintios 15:12- 20), y del no creyente al juicio y castigo consciente eterno (Mateo 25:46).
Somos el cuerpo de Cristo
Creemos que la Iglesia es el cuerpo de Cristo (Colosenses 1:18-19). Constituida de todas las personas que, mediante la fe en Jesucristo, han sido regeneradas por el Espíritu Santo y se unen en el cuerpo de Cristo, del que Él es la cabeza (Efesios 1:22; 4:4). La iglesia se hace visible en expresiones comunitarias locales, constituyéndose cada una de ellas en agencias del Reino de Dios en la tierra, que trabajan cooperativamente en el desarrollo de su misión en el mundo (Efesios 3:7-12 1 Corintios 12:12-20).
Regreso de Jesús
Creemos que Jesucristo regresará (Hechos 1:10-11; Apocalipsis 22:20), y que la esperanza en Su retorno tiene una influencia vital en la vida personal y el servicio del creyente. (Hebreos 10:24-25).